Utilidad intelectual, aplicación individual: Pedro Sánchez

Dado que en estos momentos en España la realidad política nos ha presentado a un personaje que se mantuvo en el candelero durante bastante tiempo, vamos a analizar a Pedro Sánchez, y tratar de explicar su trayectoria y su toma de decisiones para exponerlas desde los conocimientos científicos.

Aparece, tal como se ha explicado que es el primer conocimiento básico, como un ser humano con su deseo individual de insertarse en un grupo, en este caso un militante en política que quiere alcanzar los mejores puestos posibles –como cualquiera de nosotros que aspira a conseguir sus objetivos- y son las circunstancias ajenas a Él: que no hay un Secretario General carismático, que el PSOE está en horas bajas y sin rumbo, que no hay otra figura de trayectoria que le dispute la secretaría general, las que le llevan a que consiga ganar las primarias. El primer problema que se le presenta es que ganó por los votos de la militancia, con ello le sitúa en una posición de no dependencia de ejecutiva alguna que le haya nombrado o apoyado. No ha pactado con nadie directo para acceder al puesto de mando, lo que le llevará a no resolver esa situación de independencia que, por un lado no está frenado o contrapesado –como luego no lo estuvo por los varones- por poderes próximos y que deba respetar, y por otro lado, al sentirse elegido y legitimado por la militancia, cree que nadie puede reprocharle sus comportamientos o sus malos resultados electorales, porque solo la militancia, y en unas nuevas primarias, puede deslegitimarlo.

Esta situación le creó todo su problema, el cual no supo resolver: La lucha constante entre su yo, sus aspiraciones que en todos nosotros tienden a ser infinitas, y el equilibrio con el grupo, que en este caso al no ser cercano y de voz directa –solo podría limitarlo la totalidad de la militancia- le llevó a actuar con un “Yoismo” que no tenía –ni tuvo-fin.

La Psico-Biología nos enseña que primero están nuestros deseos estrictamente individuales, luego velamos por los del grupo para insertarnos y equilibrarnos con él, y más tarde, si tenemos que enfrentarnos a otros grupos rivales desde puestos de mando, intentamos equilibrarnos con los otros líderes de nuestro nivel. Al final, y solo conseguido por unos privilegiados, somos capaces de mirar más allá y actuar teniendo en cuenta al grupo general que nos engloba a todos, en este caso los intereses del Estado español.

Su comportamiento fue de libro, al no estar limitado y equilibrado por los varones directos, intentó ningunearlos y arrastrarlos con lo que él y los suyos directos entendían que eran los deseos de la mayoría de la militancia. Forzando la situación hasta el límite de que los varones tuvieron que imponerse en un espectáculo bochornoso –con el coste que ello conlleva y que la mayoría de ellos sabían que tendrían que pagar- y obligarle a cambiar de rumbo aunque él creía que nunca se daría esta situación. Segundo, todo su actuar estuvo guiado, única y exclusivamente, por sus aspiraciones primarias, es decir, perseguir los intereses de sí mismo, de su familia, y de los compañeros de partido que luchaban en su bando, porque si velase por los intereses del propio PSOE en su conjunto, sería el primero en no desear nunca las terceras elecciones, porque cualquiera sabría que su partido saldría tremendamente perjudicado. Basta comprobar la última encuesta del CIS.

No intentó equilibrarse –él que estaba al mando de su grupo- con los líderes de otros grupos, algo así como hoy por ti mañana por mí. Me explico, ¿Si el PSOE ganase las próximas elecciones con los resultados del PP, le diría él al líder de esa formación que no pactase con el ganador nunca y se repitiesen ad infinitum las elecciones?.

Y menos aún pensó en los objetivos colectivos del gran grupo en el que está inmerso, nunca procuró defender los intereses del conjunto de los españoles, o del llamado Estado español. De hacerlo nunca seguiría en la postura de, no es no, e intentaría un pacto que sabe que para el conjunto del estado es imprescindible, porque tarde o temprano debería producirse.

Resultado.- Todo en la naturaleza tiende al equilibrio de fuerzas, el sistema solar no es otra cosa que el equilibrio entre la fuerza gravitatoria del Sol y la fuerza de rotación de los planetas que lo forman. En este caso las otras fuerzas: Resto del PSOE que no le seguía a él, los demás partidos, las fuerzas del estado como: prensa, empresas, organizaciones varias, ejercieron su fuerza y forzaron su cambio de rumbo, y este le llevó a su propia renuncia. Si él intentase alcanzar equilibrios entre sus deseos individuales y los intereses de la mayoría de varones con mando en Comunidades Autónomas, y después los intereses del PSOE y de otros agentes dentro del estado, incluido otros partidos políticos, no cabe duda que –dejándose plumas en el camino como implica cualquier situación de pacto y renuncia a los máximos- seguiría como secretario general del PSOE y puede que se presentase ante la militancia más tocado, pero quizá en una posición de poder que otro líder de su partido no podría disputarle.

Toda la naturaleza, y más claro en los grupos sociales humanos, todos tendemos a alcanzar nuestros objetivos individuales y los de nuestro grupo, solo aquellos que saben equilibrarse individualmente, y los que disponen de poder de decisión dirigiendo los grupos, si respetan y entienden ese juego permanente de fuerzas, y saben buscar los equilibrios, alcanzan triunfos tanto personales como de los distintos grupos en los que están inmersos y dirigen.

Es claro que Pedro Sánchez no supo.

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