Simon Kidston, un experto en automóviles clásicos y reconocido comerciante de coches antiguos, ha compartido su profunda conexión con el Porsche 911 Carrera RS 2.7 de 1973, un vehículo que se niega a vender. Este modelo, que fue encargado por su padre, representa no solo una pieza valiosa de colección, sino también recuerdos familiares invaluables. Kidston ha estado en la industria durante más de 35 años y es conocido por su papel en algunas de las subastas más importantes del mundo, incluyendo la adquisición del Mercedes-Benz 300 SLR, el coche más caro vendido hasta la fecha. El 911 Carrera RS 2.7 es considerado por Kidston como parte esencial de su historia familiar y espera que sus hijos continúen cuidándolo en el futuro. Para más información sobre esta emblemática relación entre un hombre y su coche clásico, visita el enlace.
Simon Kidston, un reconocido experto en automóviles clásicos, ha forjado su carrera a lo largo de más de 35 años en el mundo del coleccionismo de vehículos. Nacido en Gran Bretaña y criado en Italia, Kidston es conocido por su profunda conexión con los deportivos de Porsche, especialmente con un modelo que se destaca entre todos: el 911 Carrera RS 2.7, un vehículo que ha declarado que nunca estará a la venta.
La historia de Kidston con los automóviles comienza en su infancia, influenciado por su padre, Home Kidston, un exoficial de la marina británica y entusiasta del automovilismo. “Siempre había un coche deportivo en nuestra garage”, recuerda Simon. Su familia estaba inmersa en el mundo del motor; su tío Glen Kidston fue un destacado piloto británico a principios del siglo XX.
A los 21 años, Kidston da sus primeros pasos en la industria al conseguir una posición junior en el prestigioso Coys of Kensington. A través de la perseverancia y el apoyo familiar, logra establecerse durante ocho años en el ámbito de las subastas de coches clásicos. Su habilidad para comunicarse en varios idiomas le permitió negociar con clientes internacionales.
En 2006, tras una exitosa trayectoria, fundó su propia empresa, Kidston SA, desde donde opera hasta hoy. Con oficinas que abarcan desde Ginebra hasta Dubái y Modena, se ha convertido en uno de los comerciantes más destacados de vehículos coleccionables a nivel mundial.
Aunque ya no actúa como subastador, sigue siendo una figura central en eventos legendarios del sector. Uno de sus logros más notables fue la compra del Mercedes-Benz 300 SLR por 135 millones de euros, el coche más caro jamás vendido. Sin embargo, son los modelos Porsche los que realmente capturan su atención y corazón.
El vehículo que ocupa un lugar especial en su vida es el 911 Carrera RS 2.7 de 1973, adquirido originalmente por su padre. Este coche no solo representa un legado familiar sino también recuerdos imborrables para Simon. “Este modelo es parte de mi historia; crecí con él”, afirma Kidston.
A lo largo de los años, este Porsche ha sido testigo de momentos significativos: desde llevar las cenizas de su padre a su última morada hasta ser el coche con el que propuso matrimonio a su pareja tras una rápida escapada por carretera.
Hoy día, con más de 112.000 kilómetros recorridos y aún radicado en Inglaterra, Simon Kidston asegura que este automóvil siempre permanecerá dentro de la familia. “Este coche se siente como un guante perfectamente ajustado”, expresa emocionado. Para él, el 911 Carrera RS 2.7 simboliza no solo una pasión por los coches deportivos sino también un vínculo generacional que espera sea transmitido a sus hijos.
"Espero que mis hijos lo mantengan siempre", concluye Kidston sobre este emblemático vehículo que ha marcado su vida y la historia familiar.
Este artículo fue publicado inicialmente en la edición número 413 del Christophorus Magazin.
Autor: Peter Fadeyev
Fotografías: Amy Shore, Privadas
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