La prueba de triatlón se celebró bajo un cielo soleado con temperaturas agradables y tuvo como inicio y final el Puente Alejandro III, construido sobre el río Sena para la Exposición Universal de 1900, alrededor del cual se ubicaron las gradas para unos 2.500 espectadores.
Constó de un primer segmento de 750 metros de natación a favor y contra la corriente del Sena, 20 kilómetros de ciclismo (1.500 metros iniciales más cinco vueltas a un circuito de 3,7 kilómetros que pasó por los Campos Elíseos y cruzó el Puente de los Inválidos) y cinco kilómetros de carrera (1.100 metros seguidos por tres vueltas a un circuito de 1,3 kilómetros que transcurrió por la orilla opuesta del Sena).
Riudavets salió del agua del Sena en la octava posición, a 1’45” del francés Alexis Hanquinquant, que dominó la prueba hasta el final.
El triatleta menorquín logró remontar dos posiciones en el segmento de bicicleta, cuando se encontraba a 49 segundos de quien marchaba tercero, el francés Pierre-Antoine Baele.
Pero Riudavets fue acercándose a Baele poco a poco en el tramo de carrera, hasta el punto de que le alcanzó a un kilómetro del final para cruzar tercero en la meta.
Hanquinquant logró la medalla de oro con un tiempo de 58”01, el estadounidense Carson Clough se hizo con la plata (a 2’46”) y Riudavets subió al tercer peldaño del podio para recibir el bronce (a 3’09”).
Riudavets comentó que su “punto fuerte” es el tramo de carrera y que sabía que “podía luchar” por una medalla pese a dejar la bicicleta a 49 segundos de Baele. “Mentalmente, tenía que estar muy concentrado hacer mi carrera y ver hasta dónde podía llegar. He ido pasando a gente. Primero he pasado al británico, después al primer francés y después al último francés. Iba remontando poco a poco y nos lo hemos jugado en los últimos 200 metros en un sprint agónico para para conseguir este tercer puesto”, explicó.
El triatleta español consideró “increíble” competir en un entorno parisino en el que pudieron estar su pareja, familiares y amigos, que le estuvieron animando durante la carrera.
“DUELO” DE TRES AÑOS
La vida de Nil Riudavets cambió cuando perdió la movilidad del brazo derecho al sufrir un choque frontal con la bicicleta contra otro triatleta cuando circulaba a gran velocidad mientras participaba en una competición. Tenía 23 años y llevaba 16 haciendo triatlones.
“Me vienen muchos momentos muy complicados. Tuve el accidente hace cinco años durante un triatlón, por un choque frontal muy grave donde podría haber perdido perfectamente la vida y, por suerte, solo afectó a mi brazo derecho”, rememoró.
Riudavets añadió: “Tuve que adaptarme a la situación y pasar un duelo de tres años olvidando todo lo que era deporte, sobre todo triatlón. Al cabo de tres años conseguí perdonarme e intentar ir a unos Juegos Paralímpicos. Al final, esto es deporte, intentar ser lo más competitivo posible y el deporte me ha regalado una medalla y es increíble”, recalcó.
Así, consiguió vencer sus miedos y se animó a participar en la Copa del Mundo de Triatlón Paralímpico de A Coruña en 2022, donde consiguió el primer puesto. El año pasado se proclamó subcampeón europeo en Madrid y conquistó el primer puesto en las Copas del Mundo de Alhandra (Portugal) y Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).
Riudavets forma parte del Equipo CaixaBank de Promesas Paralímpicas de Triatlón, un proyecto del Comité Paralímpico Español (CPE) y la Federación Española de Triatlón (FETRI) que tiene como objetivo preparar a los deportistas con mayor proyección para que puedan dar el salto al alto nivel.