El foco de la responsabilidad fue puesto de inmediato en el preparador físico, el Profesor Ortega. Los más de tres meses que Costa lleva en rebeldía y sin entrenarse bajo la supervisión cercana de un especialista de club obligan al delantero a someterse a un plan de trabajo que se iniciará tras su aterrizar este viernes en Madrid.
Una vez que las pruebas médicas y físicas a las que se someterá delaten el estado físico en el que llega, el delantero hispano-brasileño iniciará exigentes sesiones de entrenamiento diarias, algunas de ellas dobles.