En el primero se marchó hasta los 17.56, contrarrestando el inicio de concurso de su gran rival, Pedro Pablo Pichardo, que había aterrizado previamente en 17.51.
En el segundo el portugués completó un esfuerzo fantástico culminado tras 18.04 metros de vuelo, nuevo récord de los campeonatos. A Jordan le tocaba remar, multiplicar su motivación para no perder la estela dorada de su primer gran reto del curso. Contratacaba con un triple brinco en el que la primera fase, el hop, se desajustó un pelín; a pesar de ello siguió creciendo, 17.82.
Con un nulo en el tercero sobrepasábamos el ecuador (el luso había saltado 17.55). Y en el cuarto llegó un colosal 17.96, nuevo récord de España que le colocaba a ocho centímetros de la cima del podido. Pichardo, que debería haber saltado tras el, renunciaba a su intento.
En el quinto la apoteosis. Un ejercicio felino de 18 metros y 18 centímetros, récord de España, de los Campeonatos de Europa y tercera mejor marca mundial de todos los tiempos (a 11 centímetros del recórd mundial de Jonathan Edwards). Séptimo hombre en la historia que salta más de 18 metros. Pichardo trataba de contratar pero se estancaba en 17.47. Faltaba el sexto y Jordan era oro (séptima medalla del equipo español). Ni siquiera llegó a ejecutarlo, había que cuidar las piernas, pues dentro de poco hay otra medalla del mismo color aguardando en París.